Para entender la diferencia entre el mundo del pensamiento occidental, que vio el ecuador como el mundo de las distancias geográficas equidistantes de los polos y el mundo del los indígenas o equinoccial, que no vieron su centro en el mundo de las distancias sino el mundo del tiempo, donde el día y la noche eran iguales es decir el mundo de los equilibrios, un sentido del tiempo en relación al sol.
Para el mundo occidental el tiempo fue una medida que tenía que ver con la llegada y salida del sol también, pero desde el sentido de la hora. Para esto se dividió el planeta en 24 usos horarios que permitían establecer el tiempo en franjas transversales a los paralelos terrestres, que permitían reconocer la llegada del sol a los distintos lugares del planta, conforme la rotación en su eje.
Los meridianos que por el contrario separan y diferencian los lugares de la tierra, por la presencia de estaciones y la ausencia del sol, de manera que en el polo había 2 estaciones de 6 meses, u con más tiempo sol y otra con menos tiempo sol. En sol en las zonas templadas de 4 estaciones, también estaban definidas por la presencia del sol y la zona tropical por una estación solar diurna y su ausencia en la noche, diferenciadas por la presencia o ausencia del agua, mediante la relación del planeta a su rotación alrededor del sol.
En el mundo de los equilibrios costero-andino-amazónico. El mundo de los equilibrios no sólo representaba el momento del equilibrio determinado por los solsticios en que sombra solar desaparecía, sino el de los equinoccios en la que por seis meses la sombra iba al norte y la energía al sur cambiando de posición, 6 meses luego.
Este mundo equinoccioal o mundo de los equilibrios es traducido en el tiempo de luz o de contento con el mundo exterior donde reina la vigila y el mundo de la noche o contacto con el mundo interior donde reina el sueño. Ambos mundos a su vez condicionados a la proximidad o distancia de la tierra respecto al sol, con cuatro posiciones, el norte, el sur, el este y el oeste en que el sol está a una distancia mayor o menor y a dos distancias iguales.
El mundo occidental o filosofía occidental desarrolló la cultura material o cultura de dominación de los medios y recursos de la naturaleza exterior y las relaciones sociales desde el conocimiento del entorno desde el uso, el desarrollo de instrumentos y multiplicación de ejércitos con ingenios materiales, como principal recurso de domiminación y control de los espacios exteriores de propias y extrañas personas.
En tanto el mundo oriental, desarrollo de los medios y recursos internos, las habilidades, la concentración en dominio del cuerpo, ese fue el eje del desarrollo de la filosofía oriental, traducido en religiones con escritura y conductas morales que les dió el control de los espacios interiores del ser humano.
Estas dos filosofías se han convinado para ejercer el poder del hemisferio norte sobre el Sur.
En Tanto en el hemisferio sur del planeta y en toda América se desarrollo una relación del hombre con la naturaleza que se definía en la conducta humana de supervivencia. Esta relación del hombre con la naturaleza en función de los equilibrios, fue la que impidió que la población en la Amazonía, los Andes, la costa y en continentes como África y Australia superar un límite determinado por las provisiones accesibles, en base a una actividad recolectora mas que agrícola, que llevó a numerosas confrontaciones étnicas y familiares, para limitar el número de habitantes y sus demandas, con una gran suceptibilidad a las luchas intestinas, a cambios en el entorno, o las influencias en su espacio interior, pero al mismo tiempo con una capacidad de adaptación y asimilación cuando el daño no terminaba con su existencia.
En el hemisferio sur más rico en recursos naturales, Esta falta de desarrollo de las habilidades humanas, como en oriente y de los instrumentos, como en occidente, permitieron a los seres humanos una relacion entre sí y consigomismo intervenida por la naturaleza, que demandaba una comprensión y rituales de relación con las estaciones, los ríos, lagos, océanos, animales, plantas, etc de su medio. Eran relaciones entre las personas con pocos elementos artificiales intermediarios o conductas religiosas, con mas capacidad de convivencia con la naturaleza desde grupos pequeños, bajo el sometimiento a normas patriarcales.
En los tres modos filosólficos el objetivo es el control y manejo de la realidad pero desde diversos angulos o puntos de partida.
En la sociedad occidental el control gracias el desarrollo de los medios o instrumentos y de modelos de organización o sistemas les permitió un control planetario del espacio físico y de los recursos disponibles, mediante la concentración de la riqueza, el poder y los conocimientos en centros urbanos.
En la sociedad oriental el control mediante el desarrollo del manejo de conductas de masas desde el pensamiento moral, les permitió el control religioso del planeta mediante religiones con escritura, de las cuales el cristianismo de occidente es originaria, por su antecedente hebreo y su por su líder Cristo, sino por su propagación a partir del poder y expansión de las culturas indo-europeas o arias, como los germanos, francos, lombardos, castellanos, godos, bisigodos, ostrgodsos, etc. De igual manera como lo son los musulmanes, Taoistas, Budiatas, Hinduistas.
Este poder de las filosofías del mundo norte del planeta, ha llegado a generar resistencias progresivas en el mundo sur aborigen, en la que la relación hombre naturaleza fue predominante y se ha visto brutalmente agredida, primero por las epidemias y luchas colonialistas religiosas de la desbastaron y ahora por el brusco crecimiento poblacional generado por el desarrollo tecnológico-comercial e industrial, y se complica la situación con el cambio climático, la desaparición masiva de especies o la perdida de indentidades en las sociedades masivas, que se desbordó.
En este proceso de emergencia de nuevas tendencias del pensamiento, de nuevos ordenes para confrontar los desequilibrios globales generados por las filosofías orientales y occidentales, aparece el pensamiento de los equilibrios o equinoccial, que se apoya en el desarrollo humano del conocimiento y control del tiempo y las distancias cada vez mayor, que puede entender la necesidad de encontar balances y equilibrios , en un planeta amenazado por los seres humanos.
Estos balances parten de una desconcentración del poder el dinero y el conocimiento personas, en los centros urbanos y naciones en desarrollo y su distribución en las áreas próxima a lugares con riqueza biológica y cultural, para que se conviertan en protectores de estos bienes del planeta, luego en la generación de ideas y nuevos usos de la naturaleza intacta, de manera que no sea un recurso para felicidad de unos y el sacrificio de otros seres humanos, y finalmente en el equilibrio de seres humanos que ve la necesidad de equilibrio a partir de menos la felicidad en el goce de lo que le puede dar el cuerpo, traducido en consumidores de placeres y delirios, como es el problema de la droga y sexo y sensaciones, de bienees y de estatus, que está determinados por la cantidad de dinero que gasta y gana la población y que hace a las personas valorarse por la cantidad y calidad de bienes, oportunidades y relaciones a su disposición.
Por otra parte contrarrestar el sobrepeso de las relaciones de vínculo entre las personas establecidas mediante las conductas dogmáticas o doctrinarias, que apresan vidas en intereses comunes, considerados valores superiores del grupo humano, como lo son los intereses del grupo que gobierna, de las religiones, de la sociedad, etc. mediante la lucha contra las verdades eternas o invariables.
Esta lucha contra los desequilibrios se traduce en lucha contra una sociedad que da prioridad a una atmósfera artificial o a la atmósfera ético-moral, o del consumo y satisfaccion ilimitada.
En la atmósfera artifical damos valor a lo que tiene que ver con lo urbano como agua potable, electricidad, transporte, vivienda, educción, comunicaciones, la comodidad y disponer de ello es mas importante que lo demás.
En la atmósfera moral, el peso de los los ideales colectivos se vuleve obeso y el consuelo de los afligidos, damos prioridad a las conductas gregarias, a las acciones en grupo, al manejo de la masa humana, se repugna la atmósfera de las identidades peronales, de la capacidad individual del escoger, del elegir, del tener personalidad, del conocimiento desde las propias virtudes y capacidades, se pulveriza el derecho a ser persona con cuerpo, pensamiento, carácter temperamento, sentimientos, voluntad, propios,si ellos no sirven para hacer un coro de seguidores.
Nos oponemos de dentro de una relación de tolerancia e interdependencia el conocimeinto del entorno y de si mismo para establecer el respeto desde el convencimiento.
En esta filosofía equinoccial o de los equilibrios, desaparece la lucha de los contrarios y se reemplaza por la identificación y convivencia de las diferencias. De la competencia por la complementaridad e interdependencia. Reemplazamos a la verdad por el conocimiento, que es la verdad de corto plazo que apenas se la pronuncia entra en el mar de la duda y no pretende ser eterna. La comprensión de los espacios y tiempos humanos y no humanos desde el conocimiento, los usos y las conductas e instrumentos para evitar el daño irreversible.
En la lucha de los contrarios o dialéctica la comprensión de la realidad es lineal donde los opuestos que no pemiten el aparecimiento de una gama de opciones. En tiraléctca o triple lectura, es una compresión angular, donde no hay oposición de los contrarios, sino que desde un eje de convergencia, o de quiebre aparecen una gama de opciones en base a la mayor o menor energía de atracción de uno de los vectores y su diputa con los factores que jalan en otras direcciónes.
Maximiliano Moreno
domingo, 26 de agosto de 2007
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