En ese año los indígenas organizaron la toma del convento de Santo Domingo y movilizaciones en la Sierra y la Amazonía que significó el reconocimiento de áreas territoriales en la Amazonía y de su derecho en la economía y administración pública en la Sierra. Esto arrancó en el gobierno de Rodrigo Borja y se fortaleció con la campaña de alfabetización y los mercados populares abiertos que este gobierno realizó.
Para aquel entonces el vicepresidente de Ecotrackers el general José Gallardo Román, se desempeñaba como Comandante en Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas armadas, y su desempeño fue la clave para que el gobierno no optara por una acción represiva, sino sólo como moderador de los desacuerdos entre las partes. Bajo la orden de ni un solo herido o muerto, el ejército procedió de la manera más cautelosa en su historia, transportando y auxiliando a los manifestantes que sufrían deterioro físico, accidentes o problemas en su salud por la movilización. Esto sentó un precedente para la conducta del ejercito en las sucesivas caídas de gobierno desde 1996, en las que ho ha habido derramamiento de sangre.
A partir de este momento los indígenas comenzaron a ocupar cargos en gobiernos seccionales, siendo Guamote, en la provincia del Chimborazo, la primera administración indígena en Sudamérica. Ecotrackers entró a colaborar con ellos en el 2002 hasta que se presentó la distorsión entre gobernar para hacer un lugar con democracia o gobernar para hacer politica, traducido en el excesiv afan de conseguir plata, del gobierno la ayuda internacional o de las ONGs . En el primer caso se trataba de que el poder fuera un acto distributivo, solidario, reflexivo y activo del pueblo, en el segundo se trataba de concentrar el manejo del dinero, las desiciones, la gestión y la popularidad en un "líder" y su camarilla, que se acomodaban en los puestos públicos para usar el dinero a fin de ganarse adeptos y votantes que les permitan un tiempo prolongado en el poder.
Culpando al mundo de los mestizos, europeos y norteamericanos de la explotación, los líderes practicaban la mendicidad institucional y organizativa a la brava; apilaban para sí el rencor y el odio, así sacaban partido de la condición de sometidos por siglos. Hasta hoy estos líderes son incpaces de ver el momento de la confrontación, en que los idígenas perdieron por su menor desarrollo y conocimientos. No se atreven a reconocer a ésta como causa original de dolorosa trayectoria seguida en el proceso de asimiliacion y fortalecimiento, para resistir hasta vencer a los poderosos conquistadores, con sus propios y mejorea recursos.
Guamote optó por ser un gobierno indígena para conseguir plata como objetivo principal y como justificativo, para usar encontrar y gastar el dinero usó a los derechos y la condicion de pobreza de los nativos; algo similar al codicioso padre de familia que justifica su avaricia en su buena voluntad de birndar comodidades y rango social a su familia, la familia finalmente es la escusa para vivir su codicia, el real objetivo, al final, es ver pasar el dinero por sus manos, esto le da placer, poder estatus.
La condiciones de marginación fueron la escusa de todo el mundo (ONGs, gobierno, ayuda internaciona) y en los líderes indigenas les sirvió muy bien para manejar dinero , ganar fama y liderazgo, hasta que la plata fue la razón de la lucha, como lo es en toda acción política, no la dignidad, el voto y la particpación como los es en toda acción democrática, repito.
Finalmente el mundo desarrollado les hizo caer en la trampa, esa trampa que usa su dinero como cebo; el proceso ahora esta preñado de frustraciones.
Este proceso llevó a una disputa entre católicos de la teología de la liberación y evangélicos, triunfando los evangélicos en las últimas elecciones.
A partir de los años 2000 los indígenas han vivido el mundo del dinero de los fondos público y la asitencia internacioanal como una objetivo, lo que ha dado origen a los llamados "ponchos dorados", por lo que a pesar de las numerosas administraciones seccionales que controlan, entre ellos existe una división tal, que para participar en la Asamblea Constituyente tuvieron que buscar alianzas, para reunir las 100.000 firmas necesarias, de una población indígena de más de tres millones de personas.
Este proceso de decepción de su propios líderes también se ha traducido en la pérdida de influencia en el manejo de su gente. Con excepción del los ricos otavaleños y otros burócratas del su movimiento, los demás siguen rascando la tierra para producir productos mal pagados, se debaten en la miseria acrecentada por un crecimiento poblacional descontrolado, que reparte la pobreza y concentra el dinero en 4 vivos de su grupo , los privilegios y las oportunidades son para pocos, que no terminan de viajar por el mundo y usar cargos de representación para tratar de vivir de manera diferente a sus dirigidos, usando trajes y lenguas como camuflage.
Si embargo hay una generación herida por la marginación que reporcha a las y los "modernos caciques lenguaraces", que viven el delicioso juego de los mimos de los gobiernos, de la solidaridad internacional, de los aplausos inconsitentes de su seguidores, que se pasean por el mundo, se mueve entre las luces de las cámaras, la figuración en la prensa, las continuas reuniones, los afiches electorales, la vanidad disfrazada y su presencia en todas partes como "cuchara de toda sopa". Son voceros desde las infraestructuras estatales u organizativas, de mareas humanas, manejadas como el redil sudoroso. Mientra gritan por su cultura y por el respeto a la biodiversidad, permiten a su bases ser depredadoras de bosques, de páramos y animales salvajes, irreflexivos agresores de la naturaleza para saciar sus antojos y la codicia del mercado que los corrompe. Por un celular una televisión, la medicina occidental, una coca cola etc., viven una relación suicida con su entorno, justificada por su derecho a vivir como los otros : los blanco mestizos, los gringo turistas, o como sus emigrantes; Son los nuevos consumidores, pero peligrosamente mucho más cerca de la naturaleza, a la que la van matando despiadadamente como a su propia identidad y llenos de ira si alguien les dice que no lo hagan.
Esta ola vivida en Ecuador ha llagado a la provincia del Datem del Marañon, donde las autoridades electas por el pueblo, son en su mayoría indígenas, como por ejemplo en Puerto América y en San Lorenzo. Con apenas dos años de vida de la Provincia, los vicios del burocratismo y la figuración indígena aun no les ha llegado a apretar el corazón como acá, operan desde sus sencillas viviendas y cerca de sus gente, viven la vida cotidiana como sus vecinos , en tanto, en Ecuador, ya sus hijos, familiares o ellos mismos cursan por universidades privadas extremadamente caras, como la Universidad San Francisco o las universidades religiosas, que los becan y los usa para justificar, como en los Estados Unidos, su permeabilidad para minorías étnicas y al mismo tiempo para seducirlos y vincularlos al orden establecido, como "moderadores" de las reacciones indígenas. Desde estas universidades, los dirigentes y sus allegados le van cogiendo el gustito a vivir lo más lejos posible de la tierra en las uñas.
Maximiliano Moreno.
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